Google se expande fuera de Internet

Termostato de Nest, de Google

Gracias a su buscador Google ha conseguido un lugar preponderante en Internet, siendo una de las empresas más conocidas del mundo. Pero sus planes de expansión van más lejos. Si has estado atento a los movimientos de Google ya sabrás que tiene un laboratorio llamado Google X Lab en el que desarrollan tecnologías futuristas como coches inteligentes, las famosas gafas Google Glass, máquinas que aprenden o un ascensor especial. Así que Google ya no sólo está interesado en el software, también está interesado en expandirse fuera de Internet.

Es difícil saber detalles de los proyectos de futuro de Google. Pero si observamos a que se dedica en la actualidad y cuales son las últimas empresas que ha comprado la tendencia es clara: objetos inteligentes y un mayor conocimiento de lo que hacemos las personas. En los últimos meses las dos compras más importantes de Google han sido Nest, por 3.200 millones de dólares, y Deepmind, por 400 millones.

Nest es una empresa de domótica, especializada en termostatos inteligentes y en detectores de humo, pero que tiene intenciones de crecer para abarcar otros sistemas domóticos. Deepmind es una startup de inteligencia artificial, una tecnología que puede ser muy interesante para hacer crecer proyectos de Google como el del coche autónomo o para los dispositivos de Nest. ¿Qué importancia tienen estas dos empresas en el desarrollo de Google fuera de Internet?

Ambas empresas pueden ser claves para el desarrollo de "Internet de las cosas". Es decir que los electrodomésticos de tu casa, los accesos de los aeropuertos, los automóviles, las impresoras 3D y otros objetos del día a día estarán conectados a Internet. Google con estas adquisiciones obtiene dos empresas especializadas en el hardware. Como la empresa ya es fuerte en la parte del software informático, les resultará más sencillo cerrar el círculo. ¿Te imaginas tener acceso a los electrodomésticos de tu casa (la nevera, la climatización, el robot de cocina... ) a través de tu cuenta de Google?

Un segundo motivo para la compra de esta empresa es reclutar nuevos talentos para Google. Los fundadores de Nest, Tony Fadell y Matt Rogers son exempleados de Apple, que tienen una amplia experiencia en ingeniería. En Deepmind también hay profesionales que pueden ser interesantes para Google, que aunque sean menos famosos están a la vanguardia de la investigación de la inteligencia artificial.

Además tener presencia en el mundo de la domótica no sólo es un negocio rentable en si mismo, sino que abre las puertas a Google para tener nuevas fuentes de información. En la actualidad Google tiene una gran cantidad de información sobre los usuarios de Google Search, la red social Google Plus y otros servicios suyos. Las pulseras con sensores sobre nuestra salud, los termostatos, los robots de cocina programables online, los vehículos inteligentes y cualquier otro objeto que esté conectado a Internet son una fuente de datos ya que todos ellos tienen sensores. La información que reciben (geolocalización, actividad, temperatura...) es accesible para la empresa que lo gestiona, algo que puede ser muy interesante para Google.

Mi impresión es que Google apunta hacia un futuro en el que la separación entre Internet y la vida diaria no exista (al menos para aquellos que tengan suficiente dinero para permitírselo). Y está haciendo sus deberes para ser uno de los actores de un mundo tecnológico en el que las máquinas y objetos son cada vez más autónomos. En el que el robot de cocina te prepara la comida que le indicas antes de salir del trabajo, el coche conduce sólo y en el que tu teléfono móvil se convierte en un DNI que permite saber donde estás en cada momento.  Un futuro muy cómodo, en el que la inteligencia artificial hace que todo funcione bien pero también un mundo en el que estar desconectado de la Red sea realmente difícil. Un futuro diferente al que propone la novela 1984 de Georges Orwell, o al de Un Mundo Feliz de Adox Husley, pero en el que es normal que surjan dudas de cual es el objetivo último de la tecnología.