Es evidente que a empresas como Google, Apple y Microsoft que dominan parte de Internet o en el campo de los dispositivos portátiles les interesa que el paradigma de la Nube se imponga respecto al actual sistema, en el que además de Internet las pequeñas empresas y los usuarios tenemos en ordenadores y otros dispositivos gran parte de la información. El Cloud Computing ha sido descrito inicialmente con tres niveles de
servicios conocidos como SPI (SaaS, IaaD y IaaS) y cuatro tipos de nubes
(pública, privada, comunitaria e híbrida), y hay algunas características que los servicios
deben ofrecer a sus usuarios para considerar que están en la Nube. ¿En que se diferencia Cloud Computing de otros tipos de computación online? Internet, virtualización de recursos, flexibilidad y pago por consumo son algunas de las características que podemos asociar a este sistema y que ahora analizaremos.
* Todo en Internet: Lo que ofrece una empresa de Cloud Computing a sus usuarios debe poder hacerse
online sin usar recursos del ordenador, es decir que lo podrías hacer
todo en un Chromebook. Además el acceso debe contemplar todos los
dispositivos capaces de conectarse online: PCs, MACs, iPads, iPhones y
otros smartphones, lectores de ebooks, PDAs... y debe permitir un acceso
al usuario con todas las plataformas. De esta forma si el usuario utiliza sólo servicios en la Nube, tendrá todo en Internet y podrá acceder desde cualquier lugar del mundo. Esto lo que permite es una mayor integración de las diferentes tecnologias empleadas en una empresa. Por otro lado nuestro negocio pasa a depender totalmente de Internet, si la conexión falla te quedas temporalmente en calzoncillos, ya que todo está en la Nube.
* Agrupación de recursos y virtualización: El proveedor de la Nube debe crear recursos que están agrupados y disponibles para virtualizarlos de acuerdo a las necesidades de los usuarios y distribuirlos. Al compartir los recursos entre los clientes se mejoran las tasas de uso del servicio, y los servidores no están tanto tiempo en espera. Este es uno de los motivos por los que se afirma que Cloud Computing es un paradigma más ecológico, ya que se trata de optimizar el trabajo de los servidores. La idea es buena, abrá que ver que tal se gestionan los recursos en realidad.
* Autoservicio dinámico, elástico y rápido: Que quiere decir que puedes ampliar el servicio de forma automatizada sin que medie ninguna persona, incluso que esto puede estar controlado por el servicio de acuerdo a los parámetros o límites que el usuario indique. Además la otorgación de estos recursos ha de ser muy ágil, por no decir inmediata, de forma que se amplien cuando el cliente lo pida o incluso que se realice de forma automatizada cuando el sistema detecta que se incrementan las necesidades. Evidentemente todo esto pagándolo, si no hay tarjeta no hay autoservicio.
* Medición del servicio y pago por consumo: El uso de los recursos ha de ser controlado y el cliente tiene acceso a esta información, ya que pagará en base al tiempo empleado o a los recursos consumidos, tal y como lo "acuerden" proveedor y usuario. Lo de acordarlo suena un poco a cachondeo porque no existe ningún tipo de negociación, sólo unas condiciones que ponen las empresas proveedoras y que como usuario o aceptas o no aceptas. Al final viene a ser como una factura de la luz, por consumo. Este punto es controvertido para el usuario, pues es como comparar una tarifa plana que se paga por una cantidad fija por un servicio limitado (como un hosting actual cualquiera), y un contrato en el que se paga por consumo, sin limitaciones (servicios en la Nube) con una factura que también puede ser ilimitada. Y esto último es seguramente por lo que gigantes como Google o Apple insisten tanto en que todo funcione online.
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